Enfrentando los efectos de la pandemia y en una búsqueda incansable para mejorar el aprendizaje escolar, la Escuela Básica Likan Antai y la Escuela Básica Poeta Eusebio Lillo de Conchalí, que participan desde 2021 en las Redes de Colaboración Internivel (RCI) del Centro de Liderazgo Educativo para la Mejora en Red +Comunidad, comparten a través de su coordinadora PIE y director respectivamente, sus experiencias y reflexiones.
El liderazgo escolar está cambiando para una gran mayoría de profesionales de las escuelas que participan en las Redes de Colaboración Internivel (RCI) del Centro de Liderazgo +Comunidad, donde también está siendo clave la colaboración y la puesta en práctica de estrategias que permitan impactar positivamente en el estudiantado, el cual ha tenido que sobrellevar una serie de dificultades.
Muestra de esto es que en la Escuela Básica Likan Antai dieron un giro en 180° al comenzar a ser parte de las RCI. Pasó de un liderazgo basado principalmente en la dirección y en la jefatura de la Unidad Técnico Pedagógica (UTP) a uno distribuido, donde los desafíos son compartidos.
“Todos somos líderes y buscamos el bien común, que nuestros y nuestras estudiantes tengan un aprendizaje significativo y logren avanzar en este proceso. Es tarea de todos y no de una sola área”, comenta Glodovina Rivaldi, educadora diferencial de la escuela y actualmente coordinadora del Programa de Integración Escolar (PIE).
Una experiencia similar han vivido en la Escuela Básica Poeta Eusebio Lillo, en el que previamente a su paso por las RCI existía un liderazgo más jerárquico y centrado en la tarea más que en el objetivo. “Que +Comunidad parta con un nuevo foco de liderazgo y enfoque curricular le entrega a los y las docentes una mirada distinta sobre el proceso”, dice Manuel Jeldres, director de la Escuela Básica Poeta Eusebio Lillo, quien añade que “el liderazgo debe permitir la toma de decisiones en equipo, en dirección con la Inspectoría General, Jefatura Técnica, área de Convivencia y la o el responsable del PIE. Acá organizamos la escuela con el equipo de gestión, discutimos, definimos y analizamos. No hay imposición jerárquica”.
Efectivamente, para las escuelas básicas Likan Antai y Poeta Eusebio Lillo esta experiencia ha marcado un antes y un después en medio de un complejo contexto. Conchalí se encuentra en el séptimo lugar, con el 79,87%, en el Índice de Prioridad Social (IPS) 2020, revelando una alta vulnerabilidad del estudiantado. Además, la pandemia ha golpeado enormemente a los y las estudiantes, afectando significativamente su aprendizaje.
Objetivos 2022
Ante este escenario, ambas escuelas de la mano de +Comunidad se enfocaron en 2021 a identificar las principales problemáticas y desarrollar estrategias para implementar acciones concretas que permitieran solucionarlas.
En la Escuela Básica Likan Antai decidieron a partir de este año fusionar el objetivo de 2021, que consistía en mejorar la colaboración docente, con el de 2022 centrado en disminuir las dificultades de aprendizaje en lectoescritura. De esta forma, las y los docentes pertenecientes al primer ciclo se unieron para trabajar en función de las dificultades de aprendizaje en lectoescritura del primero y segundo básico.
A su vez, en la Escuela Básica Poeta Eusebio Lillo se está interviniendo el cuarto básico, en busca de evitar conflictos relacionados con disciplina, desorientación, desapego y desmotivación, que puedan aparecer al llegar a quinto básico, pasando de la o el especialista unidocente a los y las profesores de asignatura. Por esto, “se está poniendo el énfasis en el conocimiento de la progresión de los aprendizajes, con esta visión estratégica del docente sobre cómo desarrolla la transposición didáctica en la sala de clases visualizando esa articulación de los objetivos de aprendizaje”, explica su director.
En este caso en particular, la experiencia con +Comunidad les ha permitido visualizar lo que necesitan mejorar, y que están potenciando a través del desarrollo profesional docente. Por otra parte, dice Manuel, “determinamos que la autoestima escolar es lo fundamental, por lo que estamos fortaleciendo las estrategias pedagógicas de los y las docentes desde la autoestima académica: cómo el profesorado es capaz de retroalimentar el proceso de aprendizaje del estudiantado, no solo del curso, y así generar estrategias que le permitan a ese alumno o alumna transitar hacia un nivel de aprendizaje superior”.
Repensar las propias prácticas
Si bien en la Escuela Poeta Eusebio Lillo el trabajo colaborativo estaba instalado, se han podido aplicar ciertos aprendizajes de su participación en las RCI. “Cuando tomamos decisiones en procesos curriculares, siempre los abordamos desde los consejos técnicos en las jornadas de reflexión. Vemos la experiencia pasada según los resultados obtenidos y las nuevas tendencias para articular y a partir del expertise de cada proceso instalarla”, indica Manuel.
Los y las docentes se han mostrado abiertos a esta nueva mirada, sorprendiéndose porque no habían tenido la oportunidad de analizar los temas desde una perspectiva más técnica, analizando lo que está pasando en la escuela y considerando los resultados de la evaluación docente y de los aprendizajes.
“Ahí logran visualizar por qué los niños y niñas no están aprendiendo, ya sea porque hay prácticas pedagógicas que no se están desarrollando, se omiten o no han instalado en su quehacer docente. Evalúan, entonces, desde la medición externa de un conjunto de expertos que entregan los resultados, lo que les da más peso, junto a los análisis que hacemos nosotros”, agrega el director de la Escuela Poeta Eusebio Lillo.
En el caso de la Escuela Likan Antai, la colaboración entre profesoras y profesores fue uno de los principales problemas que tuvieron que enfrentar el año pasado y en el cual se está trabajando. “Gracias a +Comunidad hemos podido trabajar de forma colaborativa, uniendo diferentes áreas para poder facilitar a nuestros estudiantes actividades de aprendizaje. Por ejemplo, en Lenguaje se asigna un texto para pudieran leer y que de ese texto se vea en Matemática para realizar ejercicios u operaciones, y también aplicarlo en Ciencias, por ejemplo”, indica la coordinadora PIE.
Sin dudas que este periodo en el que han participado en las RCI les ha permitido reflexionar profundamente sobre las problemáticas que atraviesan y cómo enfrentarlas. Manuel señala que esta experiencia les ha permitido “cuestionar nuestras prácticas, analizando de manera técnica y crítica. Esto hace que se enriquezcan y se potencian, porque genera cuestionamiento de los líderes, que somos todos, y así mirar desde otra perspectiva lo que estamos haciendo”, reflexiona.
En ambas escuelas vislumbran en un mediano plazo replicarán a nivel general las acciones que están implementando en uno o dos cursos. La clave, coinciden, está en permitir equivocarse, llevando estrategias, instalándolas y cambiándolas, si es que no resultan. Finalmente, el liderazgo debe ser repensado, con una mirada innovadora, desde la nueva pedagogía.
Revisa el testimonio de Manuel Jeldres, director de la Escuela Básica Poeta Eusebio Lillo de Conchalí, sobre el trabajo colaborativo y en red que realizan junto a +Comunidad:
Centro de Liderazgo Educativo +Comunidad
El Centro de Liderazgo Educativo para la Mejora en Red +Comunidad está integrado por la Universidad de Concepción, Universidad de Atacama, Universidad Austral, Fundación Chile y Fundación Educacional Seminarium. Las RCI son parte de la línea de Formación Innovadora de +Comunidad que desarrolla Fundación Chile.
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