Jorge Rojas Bravo, PhD Profesor asistente, Universidad de Concepción, Escuela de educación. Jefe Línea 3, Investigación y Desarrollo de Conocimiento, +Comunidad
¿Qué es el uso de datos y evidencia? ¿Cómo se aplica en el proceso de aprendizaje escolar? Quizás estos términos pueden sonar lejanos a nuestra cotidianeidad, o ajenos si se miran desde la perspectiva educativa, pero lo cierto es que su valor en la mejora del rendimiento en las salas de clases es innegable, e interiorizarse al respecto parece un paso inminente en el futuro de las y los estudiantes. Jorge Rojas Bravo, Doctor en Filosofía, Profesor de la Universidad de Concepción y Jefe de la línea de Investigación y Desarrollo de Conocimiento del Centro de Liderazgo Educativo +Comunidad, nos cuenta un poco más de su importancia y los provechosos resultados que pueden proveer en la enseñanza. ¿Por qué es importante el uso de evidencia en el sistema escolar? El uso de evidencia es un insumo para tomar decisiones. En la medida que nuestras decisiones pedagógicas estén basadas en evidencia podemos, primero, formular buenos problemas de la práctica, luego, decidir cuál es la mejor estrategia a seguir y, finalmente, cuál fue el impacto de esas iniciativas. Por lo tanto, el uso de evidencia es útil para sustentar la mejora constante y crear comunidades escolares atentas que hacen uso de ella para procesos de aprendizaje y monitoreo. De hecho, dentro de la literatura científica se ha demostrado que el uso de evidencia incide en la mejora escolar. ¿Qué tipo de evidencia pueden usar las escuelas o docentes? Primero, un dato es información que ha sido sistematizada y a la cual se le ha otorgado sentido, es decir, la evidencia no es solo el número o la conversación, sino es la información con sentido. En las escuelas o liceos encontramos mucha información y la evidencia no es sólo de carácter numérica, como todos los indicadores de eficiencia interna que están en nuestras instituciones, o los resultados de las pruebas estandarizadas, sino también las notas de las observaciones de clase, las discusiones con los docentes, en fin, toda información cuantitativa como cualitativa. Actualmente las escuelas, ¿están usando evidencia para la mejora escolar? En nuestro país no tenemos demasiadas investigaciones al respecto, pero según la literatura internacional, en general no hay mucho uso de datos o éste está más concentrado en un solo tipo: se usan datos con fines de accountability. Esto se puede vincular con lo que ocurre en nuestro país, en nuestros trabajos con actores escolares es una constante escuchar que las escuelas tienen mucha información, pero gran parte de ella está asociada a un ejercicio burocrático de rendiciones de cuenta. Esto puede ser problemático, porque lo que también sabemos es que el uso de evidencia más efectivo es cuando es vinculado al proceso de enseñanza-aprendizaje, aunque es donde menos se usa. Si es tan beneficioso el uso de datos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ¿por qué hay poco uso de evidencia para la toma de decisiones? Hay varias razones que debemos considerar. Primero, necesitamos que los equipos directivos generen una cultura de uso de datos. Esto implica que se fomente y se den las condiciones para ello, como la organización, el tiempo, accesibilidad, y también estimulación intelectual, como también que los directivos tienen que ser un ejemplo de cómo usar evidencia. Por otro lado, las y los docentes han manifestado que no usan datos porque lo encuentran difícil. Esto implica que necesitamos alfabetizar en el uso de datos, y aquí el tema del desarrollo profesional continuo es importante. También los docentes tienen que tener una actitud positiva y ver en el uso de datos como un potencial para determinar el progreso de sus estudiantes y los impactos que ellos tienen. Por ejemplo, el uso de datos para mejorar la instrucción se puede usar para retroalimentar a las y los estudiantes, establecer metas de aprendizaje, adaptación de la enseñanza y establecer los tiempos de aprendizajes, en fin, una serie de aspectos que son claves para mejorar el aprendizaje de nuestros estudiantes. Entonces, ¿cómo podemos facilitar el uso de evidencia? La evidencia internacional en este aspecto es clara. El punto clave es preparar equipos en las escuelas enfocados en el análisis de datos. El uso de evidencia es significativo cuando es un ejercicio colaborativo y esto sucede cuando intencionamos equipos. Por ejemplo, los Datateams o Datawise son intentos concretos de fortalecer el uso de evidencia dentro de un ciclo de indagación. La Agencia de la Calidad de la Educación también ha puesto a disposición de las escuelas un set o guías para poder seguir. Es importante que estos equipos cuenten con la ayuda de agentes externos para iniciar los procesos, para orientar el trabajo como también tensionar las creencias y prácticas. Hay que destacar la importancia de los amigos críticos como agentes movilizadores.   Una vez que tengamos el equipo, ¿qué deben hacer? ¿cómo se organizan para realizar el trabajo? Las diferentes estrategias que existen giran en torno a ciclos de indagación. Dependiendo de la que uses, podemos pensar en ciclos de 5 a 8 momentos. El primero y más importante es el definir un problema. Segundo, tenemos formular hipótesis o preguntas sobre el mismo, sobre cuáles son las causas probables, para luego pasar al tercer momento que es el de recolectar información. El cuarto paso, es que los equipos analicen la calidad de los datos, para pasar efectivamente al quinto paso, clave en este proceso, al análisis de los datos. El sexto, en tanto, es el momento de la interpretación y conclusiones. En este momento donde es importante trabajar en equipo, porque la atribución de sentido es más efectiva cuando se realiza en forma colaborativa. Ya en el séptimo momento tenemos el diseñar e implementar alguna estrategia de mejora. Si se dan cuenta, recién aquí comenzamos con aplicar alguna estrategia. Esto puede ser visto por muchos docentes como poco práctico por el tiempo que implica, pero sin duda, esto es necesario, porque precisamente el problema que tenemos es que los docentes usan los datos superficialmente o hacen atribuciones muy rápidas. En la medida que los equipos van aprendiendo y afinando sus procesos los tiempos se reducen, además se van incluyendo espacios para estos fines. Finalmente, tenemos la etapa de evaluar los impactos de la acción implementada, lo cual es el proceso de monitoreo de lo implementado. Y así sigue el ciclo.   ¿Qué está desarrollando +Comunidad para el uso de datos en nuestras comunidades? Nuestro centro ha definido el uso de evidencia como una práctica de liderazgo clave para la mejora escolar. En la estrategia de trabajo con las Redes de Colaboración Internivel (RCI), el uso de evidencia para definir los problemas de la práctica toma un rol esencial. En todas nuestras escuelas tanto el Director(a) y Jefa de UTP, las y los dos docentes y el representante del sostenedor que integran la RCI están iniciando este proceso de usar evidencia con la colaboración de nuestros facilitadores. Además, en nuestro diagnóstico inicial, nosotros preguntamos a nuestras escuelas por el nivel y tipo de uso de datos que actualmente están desarrollando. Esto nos permitirá muy pronto documentar empíricamente, en base a nuestras escuelas, como nuestras escuelas están usando evidencia, que factores son facilitadores y cómo esto está asociado a los tipos de liderazgos que se despliegan. Esperamos que a fin de año podamos reportar esta investigación. Para los próximos años tenemos seguir profundizando en el conocimiento de cómo funcionan los equipos y poder retroalimentar a nuestras escuelas y dar orientaciones al sistema escolar.