El reconocido experto mexico-canadiense propuso innovadoras estrategias en materia educativa para fortalecer la formación de líderes. Además criticó algunas perspectivas de pruebas estandarizadas, frente a los resultados del Diagnóstico Integral de Aprendizajes y se refirió al potencial que tiene Chile frente a la nueva Constitución.
“Chile vive un momento histórico”, señaló Santiago Rincón-Gallardo, académico experto en liderazgo para el cambio e investigador del equipo de Michael Fullan, que ya ha colaborado con nuestro país en múltiples ocasiones. Afirmó que tanto la nueva Constitución como la consolidación de la Nueva Educación Pública, son fundamentales, ya que el rol de los líderes escolares es “revitalizar el proyecto humano”, en medio de un período de crisis y “redefinir la sociedad que se está gestando”.
“Tenemos que generar definiciones claras, robustas, compartidas y ejecutables de cómo van a aprender nuestros estudiantes y qué es lo que van a aprender en su paso por la escuela”, añadió.
“Hacer medible lo importante”
Frente al último Diagnóstico Integral de Aprendizajes, aplicado por el Ministerio de Educación, llamó a repensar las mediciones y la búsqueda de cifras. “Creo que debemos descansar por un rato este frenesí por buscar resultados. El mundo se está desmoronando y preocuparse por qué tan bien están saliendo las pruebas estandarizadas es algo secundario. Lo fundamental es ver cómo están nuestros estudiantes y maestros: están en una situación de estrés crónico y sin embargo, respondiendo de maneras extraordinarias. Las escuelas están a la vanguardia de la respuesta a la pandemia”, enfatizó.
“Tenemos que definir con la mayor claridad posible para qué estamos educando”, agregó el autor de “Liberar el Aprendizaje”. El académico cree que los sistemas educativos deberían enfocarse en que los niños, niñas y jóvenes se conozcan a sí mismos, aprendan y piensen por sí mismos, cuiden de otros, del planeta y mejoren el mundo.
Entonces, frente a la redefinición de la Nueva Educación Pública, invitó a preguntarse si las cifras que recogen estas pruebas estandarizadas son útiles para saber si se está llegando a ese propósito. “Y si la respuesta es no, tenemos que empezar a cambiar las mediciones y el rol de las evaluaciones: tenemos que hacer medible lo importante, en vez de hacer importante lo medible”, puntualizó Rincón-Gallardo.
“Hasta ahora, en Chile, ha habido mediciones de premio y castigo según los resultados de las pruebas estandarizadas”. Explicó que el problema es que se ha demostrado que aquello no produce mejoras y que, al contrario, esa lógica ha sido “un fracaso”. Así, aclara que incluso con mediciones parejas, a lo que se debe apuntar es a la capacitación, el apoyo a los docentes, directivos y a las escuelas, junto con disminuir la presión.
Así, invita a las autoridades del sistema educativo a dejar de preguntarse qué deben hacer los profesores, estudiantes o familias, y revertirlo: “la pregunta más productiva que nos podemos hacer como sistema educativo es ‘qué estamos haciendo nosotros’ o ‘qué estamos dejando de hacer’ que está produciendo esos resultados, especialmente frente a la inequidad”, agregando que aquello favorece la búsqueda de mejores estrategias.
Respecto a la desmunicipalización de la educación en nuestro país, destacó que es un interesante ejemplo de cómo se desmantela un sistema que “ya no daba más” y se busca darle un rol integrador. Indicó también que es importante que “esté vinculado el trabajo de la educación con la nueva Constitución y la participación de los educadores en la redefinición de los propósitos”, para así revalorizar la profesión docente y reconstituir el sistema educativo en su conjunto, para que sea un sistema “que produce y practica el buen aprendizaje” y enfatizó que hay que cuidar que “la Nueva Educación Pública no se convierta en una nueva burocracia”.
Además, invitó a que se sigan impulsando instancias como los centros de liderazgo y consolidar los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP).
Líderes sistémicos
Sus dichos se dieron tras la inauguración del curso “Liderazgo Sistémico”, impartido por el Centro de Liderazgo Educativo +Comunidad. El programa, completamente online y gratuito, está dirigido a 35 líderes intermedios y directivos del SLEP Puerto Cordillera, sostenedor de los 14 establecimientos de las comunas de Coquimbo y Andacollo que se inscribieron.
La idea de este curso es que los equipos de trabajo funcionen en torno a propósitos comunes: “Tener claridad sobre para qué estamos educando, pero también desarrollar nuevas culturas de aprendizaje y colaboración en el sistema en su conjunto”, señaló Rincón-Gallardo.
Frente a esto, Jorge Ulloa, director ejecutivo de +Comunidad, señaló que “estamos ante nuevos cimientos para construir una Nueva Educación Pública. No podemos pretender mejorar y avanzar si no tenemos una visión de cómo queremos que crezcan nuestros niños y niñas. Queremos que aprendan de manera profunda: son una integralidad, no solo cognición”.
Así, el programa de formación se centra en cuatro propósitos: mejorar la capacidad de liderazgo de los equipos directivos; contribuir a mejores culturas de colaboración, tanto dentro de las escuelas, como en el sistema en su conjunto; entregar herramientas, destrezas y buenas prácticas para la práctica pedagógica; y así finalmente impactar en el aprendizaje de los estudiantes.
Santiago detalla que existen dos roles de líderes que impactan en la mejora: “líder aprendiz” y “líder sistémico”. El “líder aprendiz” es aquel que genera condiciones y entornos productivos para que todos aprendan y, a su vez, aprende junto con ellos sobre lo que funciona y lo que no. El “líder sistémico”, por otro lado, ejerce influencia en tres direcciones: libera y apoya hacia abajo, colabora y conecta lateralmente con sus pares y además aprovecha e influye hacia arriba. Es decir “dejar de lado el rol de jefes, de decirle a todos lo que tienen que hacer, y asumir un rol de líderes aprendices”, concluye.