En nuestro primer Boletín de Apoyo a la Mejora, abordamos la temática de COLABORACIÓN, una herramienta que esperamos sea útil para todos los líderes escolares.
En la Edición #01 “COLABORACIÓN”, destacamos un editorial a cargo de nuestro director ejecutivo, Jorge Ulloa, donde enfatiza sobre los efectos positivos de la colaboración en los profesores, para el aumento de la eficacia de la enseñanza y la mejora de la calidad de la instrucción de los docentes, como también de las comunidades escolares en general.
“Estos efectos positivos mejorarán su calidad como profesionales (…) y la calidad del profesorado explica por sí sola el 30% de la variación en el rendimiento de los alumnos. No obstante, existe un gran desafío para la investigación, en el sentido de profundizar en las evidencias acerca de los efectos de estas prácticas de colaboración en los aprendizajes de los estudiantes”, señala.
“El buen aprendizaje, centro del cambio educativo”
Entrevista (por Andrea Osorio) – Santiago Rincón-Gallardo, experto a nivel internacional en educación y liderazgo para el cambio, plantea un cuestionamiento a la gestión científica, que organiza la actividad humana “en tareas simples, rutinarias, repetitivas”, y crea “incentivos externos para asegurar la ejecución adecuada de las tareas”. El experto mexico-canadiense añade que “así están organizadas las escuelas: el día escolar dividido en tareas simples y rutinarias para cada día e incentivos externos para fomentar el cumplimiento”.
“La razón por la que era importante en tiempos de la revolución industrial crear incentivos externos era porque el trabajo en las fábricas era aburrido por diseño, porque lo que estaban haciendo era crear el trabajo repetitivo, rutinario, en donde la creatividad no tiene lugar“, puntualiza el investigador de Michael Fullan Enterprises.
Herramientas de liderazgo:
1. Recursos para la definición de dominios de colaboración en las redes socioeducativas de los territorios (por Iván Oliva)
2. ¿Cómo fortalecer las conversaciones pedagógicas de los docentes con foco en el aprendizaje de los estudiantes? (por Jorge Gajardo)
Colaboración y Núcleo Pedagógico en tiempos de pandemia
Columna de opinión (por Juan Pablo Ramírez) – ¿Han escuchado hablar de la “colaboración radical”? Concepto potente y provocador, que apela a cómo nos reconocemos y potenciamos como pares desde nuestras diferencias. Sorprende que se escuche mucho este concepto en circuitos de innovación y de tecnología hoy en día, pero poco en la Escuela, un lugar donde confluyen diversidades y altas expectativas, ingredientes claves para sumar unos con otros.
Una de las externalidades positivas de la pandemia, podríamos decir, ha sido justamente el detenernos a reflexionar sobre ciertos imperativos a la hora de vincular enseñanza y aprendizaje. El rol de la tecnología o las llamadas brechas digitales, el valor de la educación socioemocional o la necesaria contención a equipos docentes, y la propia colaboración, son algunos ejemplos de esto…
Aprendiendo a colaborar: la experiencia de red de colaboración auto-gestionada en la comuna de Santa Bárbara
Práctica destacada (por Adriana Salgado, Liceo Cardenal A. Samoré; Kelvin Almendras, Escuela Cacique Levián; Jorge Jerez, Escuela Enrique Bernstein; y Jorge Ulloa, +Comunidad) – “En una primera etapa, muy animados por trabajar en red, planificamos distintas acciones para desarrollar con nuestros equipos de directivos y docentes. La primera de ellas fue iniciar un plan de observación de clases entre pares (…) Esto fue una experiencia inédita en la comuna. Sin embargo, en un primer acompañamiento de un especialista invitado de la Universidad de Concepción, descubrimos que no teníamos un propósito común en las acciones que estábamos desarrollando y las observaciones de clases no tenían una visión compartida. En definitiva, no teníamos consenso acerca del problema que queríamos resolver”, expresaron los protagonistas de esta experiencia.
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